“Que el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén”. Romanos 15:33
La palabra “paz” que encontramos en este verso viene del Griego “eirene” era usada cuando al saludar o al despedirse se expresaba o se refería a una petición en oración por el bienestar de otro, dando a entender que había entendimiento y armonía con ellos. Aquí se expresa como una petición para que el don de paz que proviene de Dios les llegue a los que reciben estas palabras.
Cuando por las ocupaciones o por las preocupaciones las personas se sienten altamente atareadas y que el tiempo no les alcanza, entonces llegan las angustias. Si al pasar los días no hay solución a los problemas cotidianos, entonces también hay angustia. A veces la situación es de desespero porque no están logrando sus propias metas, o porque las abandonan pues sienten no tienen fuerzas para continuar.
Independientemente del tamaño de la situación, ya sea grande o pequeña, si esta le quita la paz, necesita oración; que el “Dios de paz”, sea manifestado en su vida. La palabra de Dios nos asegura que aunque estemos en dificultades la “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará tu corazón y tu pensamiento” (Filipenses 4:7).
Elevemos una oración colectiva por todos aquellos que necesitan paz en medio de la dificultad, y si estás entre estas personas, entonces esta oración es también para ti.
“Señor sabemos que en esta vida hay muchas situaciones que nos alejan de ti y que nos roban la paz, por eso hoy elevamos una oración que sale del corazón para que la paz tuya que es poderosa llegue sobre nosotros y todo aquel que la necesite, danos la fortaleza que necesitamos para que nada ni nadie nos pueda hacer sentir angustiados, te lo pedimos en el nombre de Jesús, amen”.
Dios de Paz, con nosotros
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