Te animo a empezar a moverte en la dirección correcta. A orar acerca de tus metas. Si no tienes una definida, búscala y mientras tanto, asóciate con alguien que tenga una meta, un propósito. Acércate a una persona de propósitos claros y metas altas, y quizás llegues a imitarle.
Comienza a moverte en la dirección adecuada. Habla cosas positivas acerca de ti y de tu vida; cree que Dios te puede utilizar.
¡Se entusiasta! ¡Es mejor que estar aburrido! Si Dios te ha dado una visión, debes comprometerte a realizarla, guiado por el Espíritu Santo. Establece metas a corto y largo plazo y entonces acércate hacia esas metas diariamente en oración y en acción.
Las visiones no se realizan en un solo día, así que tienes que tener paciencia, y seguir avanzando, aunque no haya evidencia visible del éxito por mucho tiempo.
Filipenses 3:14 (RVR1960):"prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús".
¡EMPIEZA Y NO TE RINDAS!
0 Participacion:
Publicar un comentario