Solamente la Biblia puede explicar la razón de ser de tales
condiciones. Es porque fue el Creador:
"el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso;
no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay
otro" (Isaías 45:18).
Pensamos que es lógico afirmar que si hay un Gran Diseñador
y si él ha creado una raza de seres para que habiten nuestro planeta, entonces
debe haber habido un objetivo final en su mente. Afortunadamente no tenemos que
adivinar cuál es ese objetivo. Desde el día en que Dios puso al ser humano en
la tierra, su propósito supremo fue que su creación correspondiera
voluntariamente a su propia perfección:
"Porque la tierra será llena del conocimiento de la
gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar" (Habacuc 2:14).
La fase final del cumplimiento de esa intención es lo que la
Biblia describe como el reino de dios en la tierra.
Debido a que será un reino verdadero en el sentido físico y
político, tendrá un rey, un gobierno, una capital y un sistema internacional de
leyes. Dios ya delegó "toda potestad... en el cielo y en la tierra"
(Mateo 28:18) a su propio Hijo, el Señor Jesucristo. Lo que es más, aprendemos
que la fecha en la que se establecerá el reino ha sido señalada en el calendario
divino:
"Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al
mundo con justicia, por aquel varón a quien designó" (Hechos 17:31).
El reino de Dios en la tierra pronto será una realidad. El venidero reino
milenario constituirá el evento más emocionante que el mundo jamás ha visto.El reino de Dios proveerá un magnífico ambiente en este hermoso planeta para
todos los que reconozcan a Dios como Supremo Creador y a Jesucristo como Rey
del mundo.
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