Romanos 15:7:“Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.”
Frank y su amigo Marcos miraban el arroyo que pasaba a través del campo cerca de sus casas.
- Estaba tratando de calcular cómo podemos construir un puente sobre el arroyo. Te apuesto a que mi papá tiene una tabla que podemos usar – dijo Marcos.
Los dos muchachos corrieron a la cabaña que había en el patio de la casa de Marcos y encontraron una tabla ancha. La cargaron al arroyo, y la levantaron en alto, y la tiraron, esperando que callera con las dos puntas sobre la tierra seca. ¡Plaf! Una de las puntas no llego.
- No creo que esta tabla funcione – dijo Frank – Mira como se comba en el medio – miro su reloj y dijo – Mamá me espera en casa temprano. Mañana vamos a seguir trabajando en esto, le pediré a mis padres sugerencias sobre la construcción del puente.
Los muchachos colocaron la tabla contra la pared de la cabaña para que se secara, y Frank se fue a su casa. La mamá saludo a Frank en la puerta.
- Me alegra que estés en casa temprano – le dijo la mamá – La familia Hernández vienen a comer esta noche.
- ¡No! Ellos – se quejo Frank.
No le caían muy bien estos nuevos vecinos. No hablaban el español muy bien, y el niño de su edad no se comportaba como los otros niños. Todavía Frank no podía pronunciar su nombre.
Quizás pueda comer en casa de Marcos – dijo Frank – Estamos construyendo un puente.
- Tu vas a comer aquí – dijo la mamá con firmeza, desilusionada con la actitud de su hijo – Te va a venir bien el conocer más sobre otras culturas.
- No creo que los Hernández crean en Dios – dijo Frank de seguro pensó que con ese comentario ganaba un punto sobre los comentarios de su mamá.
- Quizás no, pero tendrán una mejor oportunidad para conocerle si nosotros compartimos Su amor con ellos esta noche – le respondió.
- Mami es que ellos son tan extraños – se quejo Frank.
- No son extraños – dijo la mamá – A nosotros nos parecen diferentes, al igual que nosotros a ellos – dijo pensativa, y añadió
– Yo pensé que estabas interesado en construir un puente.
- Lo estoy – dijo Frank – Realmente es un reto.
- Entonces construyamos uno aquí usando lo que podamos para alcanzar a otros – sugirió la mamá – Ahora ve y lávate para la cena.
Recuerda:
Construye un puente con el amor de Jesús. Él ama a todas las personas del mundo, y quiere demostrar ese amor a través de ti.
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