Efesios 4:32:
"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo".
Creemos que para ver cambios en nuestra Venezuela; debemos empezar el cambio por nuestras vidas. Por eso queremos presentarles estas 5 historias de personas que decidieron iniciar el cambio perdonando y pidiendo perdón.
¡Si tu cambias, Venezuela cambia!
LA IMPORTANCIA DEL PERDÓN
Perdonar es importante porque nos muestra y enseña el verdadero sentido y camino del amor. Y el camino para aprender a amar y ser amado es amando. El camino para perdonar y ser perdonado es perdonando. Y el camino para ser libre es liberando también a otros. Todo discípulo de Cristo que desea crecer en el amor de Dios necesitará caminar la senda y el proceso del perdón y la liberación espiritual y emocional, lo cual traerá sanidad en su propia relación con Dios y con sus semejantes.
Perdonar es el camino de la liberación espiritual, mental y emocional. La persona que auténticamente se libera es aquella que perdona, echando fuera de su alma el pasado, la culpa, el rencor y la venganza, que solamente lo envilece, lo consume en su interior y lo mantiene atado a heridas y dolores pasados.
Perdonar es difícil, especialmente cuando creemos que tenemos la razón y mil justificaciones para no hacerlo. Tendremos que superar miles de voces internas y el dolor y las emociones que nos impiden pronunciar en el interior de nuestro corazón, una de las frases más difíciles: ¡Perdón!
Perdonar cuando te han ofendido y humillado es cuando realmente podrás manifestar la grandeza de tu corazón completamente rendido al Señorío amoroso de Jesucristo.
Perdonar es cuando a pesar de sentirte ofendido te atreves a dar una sonrisa de amor.
Solamente alguien lleno del amor y la presencia de Dios, puede amar auténticamente y puede decirle al ofensor: ¡te perdono!
Acércate al Señor rendido en oración y adoración, y deja hoy tus rencores, tu dolor y tu venganza que anhela ver al que te ha ofendido de rodillas pidiéndote perdón, deja toda amargura y dolor en las manos de Dios; deja hoy ese fuego que enciende tu cólera y llena tu ser interior de rabia y de rencor, cuando has sentido que ha sido pisoteado tu orgullo y has sido lastimado en lo más profundo, cuando deseas con todas tus fuerzas ver humillado al amigo o al hermano que te ha ofendido.
Se libre hoy por el poder de la sangre de Cristo y camina en libertad hacia los brazos de amor de nuestro Padre celestial. Perdona como Jesús te perdonó y olvida, sumerge tu alma en el amor de Dios y encuentra la paz espiritual que solo el Espíritu Santo de Dios te pueda dar.
BENEFICIOS DEL PERDÓN
Perdonar tiene beneficios significativos que han sido demostrados en muchas historias narradas en la Biblia, por la experiencia de millones de personas y aún por serias investigaciones científicas.
A continuación mencionamos doce beneficios del perdón que quizá usted no conocía.
1. Perdón produce perdón. La enseñanza de nuestro Señor Jesucristo y los apóstoles al respecto es muy clara, si queremos experimentar el perdón, la sanidad y la libertad de Dios, necesitamos perdonar también a los que nos ofenden (Mt. 6:12,14-15; Mr. 11:25-26; Col. 3:12-14). Así que, uno de los primeros beneficios del perdón es que así como nosotros perdonamos, también seremos perdonados.
2. Libertad del pasado. El perdón nos libera de las heridas, el dolor y el peso del pasado (Fil. 3:13-14). El rencor ni el resentimiento nos permiten vivir plenamente el presente ni el futuro de nuestras vidas. Los sentimientos negativos que traen los recuerdos de heridas y dolores pasados no nos dejan disfrutar completamente nuestra vida. ¿Y para que sirven todo ese dolor, rabia o enojo acumulado, sino para limitarnos en nuestro derecho de ser felices y en nuestro propósito de seguir creciendo en el amor de Dios y en nuestras relaciones? Cuando perdonamos, le damos la espalda al pasado y nos posicionamos en nuestro presente, para entrar en un nuevo ciclo que bendecirá nuestro futuro.
3. Alivio del estrés. La falta de perdón genera la liberación de sustancias químicas proinflamatorias y mediadoras de estrés orgánicos. Decidirse a perdonar significa librarse de ese estrés y sentir un increíble alivio y mucho más importante poder experimentar la paz espiritual (Fil. 4:6-9).
3. Mejora la salud. Varios estudios han señalado de manera consistente que el perdón hace que las personas se sientan mejor, y mejoren su salud física, especialmente en el ámbito cardiovascular. Perdonar es una buena forma de cuidar el corazón.
4. Alivio de la depresión y la ansiedad. Un secreto a voces entre psicólogos y psiquiatras es que varios transtornos de salud mental, entre los cuales se cuentan la ansiedad y la depresión, pueden ser desencadenados o agravados por rencores y falta de perdón. En estos casos, el proceso de perdón puede producir un alivio duradero y significativo de estas condiciones.
5. Darse una oportunidad de ser feliz. El rencor hace que vivamos con amargura, mientras que el perdón nos libera de la pesada carga de odio. Estudios realizados indican que las personas que perdonan manifiestan sentirse más felices y realizadas.
6. Vivir en paz. Toda persona que vive en el marco de una relación a largo plazo sabe que la convivencia tiene sus desafíos. No es fácil vivir unos con otros, sin cometer faltas u ofensas; por ello, el perdón restaura los vínculos y hace posible que podamos vivir en armonía, sin rencores ni reproches.
7. Dormir tranquilo. Uno de los peores efectos del rencor es, en muchos casos, el insomnio. Si el resentimiento o el deseo de venganza no le deja dormir, pruebe a perdonar.
8. Sanar las heridas. El poder terapéutico del perdón es tal que heridas emocionales que quizás han estado abiertas por mucho tiempo cicatrizan luego del perdón.
9. Mejore su rendimiento y autoestima. Un estudio realizado entre escolares de la conflictiva zona de Irlanda del Norte mostró que los niños que habían recibido terapia de perdón mostraban un mejor rendimiento escolar y autoestima. Perdonar puede hacerle más productivo y confiado.
10. Enfrentar mejor los conflictos. Cuando usted se da cuenta que puede perdonar, es más facil enfrentar los conflictos y desacuerdos, y trabajar en pos de la construcción de un acuerdo con el oponente. El perdón es una excelente herramienta para el diálogo.
11. Volver a amar y confiar. Luego de una grave ofensa, el perdón permite la restauración y la continuación de relaciones sanas basadas en lazos de confianza antes que en el rencor y la recriminación. De hecho, hay estudios realizados que demuestran que el perdón es factor fundamental para el mantenimiento de relaciones matrimoniales estables a largo plazo.
12. Nos prepara para un futuro mejor. La mayoría de los ciclos de destrucción se alimentan de errores, fallas y heridas del pasado; pero cuando perdonamos rompemos con esos ciclos de destrucción y estaremos mejor preparados para el futuro que Dios tiene para nosotros. En algunas oportunidades tendremos que perdonarnos a nosotros mismos, en otras oportunidades tendremos que perdonar a familiares y amigos, y aún en otras tendremos que perdonar a Dios por no satisfacer nuestras propias expectativas. La sangre de Cristo cubre todos nuestros pecados y abre un nuevo camino, para entrar en un nuevo ciclo de bendición, que nos dará un futuro mejor.
CONCLUSIÓN:
Así que, para comenzar a disfrutar de un nuevo ciclo de bendición debes perdonar; para disfrutar de paz interior y el gozo del Espíritu debes perdonar; para ser sanado del enojo, la amargura y aun la ansiedad, debes perdonar; para seguir creciendo en el amor de Dios y en todo lo que Él ha preparado para tu felicidad, debes perdonar. ¡Se libre del pasado y prepárate para un presente y futuro glorioso en Cristo Jesús!
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