Conforme al grado de intimidad que tengamos con nuestros hijos podemos darles un consejo para que sean tolerantes con sus esposos o esposas, especialmente cuando no son cosas graves sino problemas menores,
Por ejemplo, uno de mis hijos, su esposa y yo estuvimos juntos desde que ellos tenían 16 y 17 años. Ella y yo hemos sido muy unidas y yo la llamo “mi Rut”. Ya han pasado más de veinte años y conocemos como madre e hija aunque sea su suegra. Entonces cuando mi hijo se enoja, porque es un poco nervioso y enojón, yo le conozco la voz al teléfono y le digo: Ya peleaste, bueno, recuerda cuando ella tarda un poco con el auto y sales al balcón porque te intranquilizas. Vamos, los conozco tantos años peleando por pavadas. Arréglense pronto y sigan siendo felices, tu esposa es muy buena, trabajadora, buena madre , etc. Cosas que son verdad.
Pienso que las madres y suegras tenemos que ayudar a la familia uniéndola y jamás poner cizaña en los matrimonios. La unión de familia muchas veces comienza en nosotros las madres y suegras. Somos gente grande con experiencia, aunque nuestra vida no hubiera sido la ideal hagamos lo contrario para que la de nuestros hijos la sea. Dios bendiga a todas las familias de la tierra.
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