VELANDO POR MI HERMANO

VELANDO POR MI HERMANO


A veces caemos en el mismo síntoma de Caín cuando Dios le pregunto sobre su hermano Abel a quien había asesinado, Caín le responde: “¿Acaso soy guarde de mi hermano?”. (Génesis 4:9)
Es triste ver como entre nosotros mismos no nos cuidamos, es triste ver la indiferencia que existe muchas veces entre los hijos de Dios sobre los problemas que estos puedan estar atravesando.
¿Cuándo fue la última vez que visitaste a tu hermano que dejo de asistir a tu congregación?, ¿Cuándo fuela ultima vez que le preguntaste como se sentía a tu hermano o hermana en Cristo?, ¿Qué fue lo último que hiciste para tratar de ayudar a tu hermano?
A veces nos olvidamos que somos uno solo en Cristo y nos auto independizamos del cuerpo, ¿Puedes imaginarte la mano fuera del cuerpo?, ¿Tendría vida?, ¿Pudiera subsistir?, no podemos ser indiferentes entre nosotros mismos, tenemos que ayudarnos, extendernos la mano, apoyarnos, orar unos por otros, pero sobre todo amarnos como Cristo nos lo pidió.
El Apóstol Pablo les daba una recomendación a los filipenses diciéndoles:

Filipenses 2:1-5

(RVR1960)

Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.

Hoy quiero motivarte a ayudar a tu hermano, estoy seguro que hay alguien cerca de ti que necesita de tu ayuda, quizá una palabra de consuelo, quizá una palabra de fortaleza o de fe, o quizá una ayuda materializada, todos podemos ayudar si tan solo nos disponemos a hacerlo.
Recuerda que Jesús nos mando a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, ¿Lo estamos cumpliendo?, ¿Estamos obedeciendo esas palabras?

¡Es hora de velar por nuestros hermanos!

0 Participacion:

Publicar un comentario