REFLEXIONES PARA NIÑOS: UN NIÑO QUE ESTA CRECIENDO

REFLEXIONES PARA NIÑOS: UN NIÑO QUE ESTA CRECIENDO

 


 

Hebreos 5:13:

“Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño”.

 
- Dios es grande; Dios es bueno – oraba Daniel – Y le damos a Él gracias por nuestros alimentos. Amén.
La mamá frunció el ceño mientras Daniel echaba la leche en el cereal.

- Tú has estado recitando la misma oración por mucho tiempo – le dijo su mamá – Quizás es tiempo que hables con tus propias palabras cuando hablas con Dios
Daniel solo se encogió de hombros
- Se supone que haya hoy mucho calor – dijo la mamá mientras Daniel ponía su plato en el lavatrastos un poco más tarde – puedo buscar alguna de tu ropa más ligera si deseas.
 
Con una sonrisa Daniel fue preparándose para el colegio. Pronto estuvo de regreso.
 
- Mamá – dijo – Mi camisa se encogió.
- Esa camisa en verdad es muy pequeña para ti – dijo la mamá mirándolo y riéndose – Pero no se encogió, tú eres un niño que está creciendo, estas más grande.
 
Ella fue con él para ayudarle a encontrar otra camisa, pero todas eran muy pequeñas. La mamá abandono el cuarto por un momento.
 
- Prueba esta – dijo ella cuando regreso. Ella le alcanzo una camisa de su papá.
- Mami, esa es demasiado grande – dijo Daniel – Yo no he crecido tanto – Él se puso una camisa de invierno.
- Mejor salimos de compras después del colegio – decidió la mamá – Y te conseguimos un poco más de ropa que sirva.
 

Mientras regresaban a la cocina, ella se quedo pensativa.
- Esto me recuerda a lo que yo te estaba diciendo durante el desayuno – le dijo la mamá – Cada mañana tú recitas la misma oración. Eso estaba bien hace unos dos o tres años atrás, al igual que estas camisas servían antes. Pero ahora has crecido. Y ahora eres lo suficiente mayor como para expresar tus propias palabras a Dios cuando oras.
 

- Pero yo no sabía que decir en la oración – protesto Daniel – Yo no podría orar como papá o como tú lo hacen.
- No necesitas orar de la misma manera que lo hace tu papá, de igual forma que tú no usas sus camisas – dijo la mamá – Pero ya no eres un bebe en Cristo tampoco. Tú puedes hablar con Dios de igual forma como hablas con tu papá o con migo. Y si lo deseas, estaremos contentos de ayudarte.
 

Recuerda:

 

Trata de leer más la palabra de Dios, memorizar más versículos y orar con tus propias palabras a medida que crezcas en el Señor

 
 
 
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