NO SE PONGA EL SOL
Siempre en las familias hay un gruñón que protesta por todas las cosas y nada le viene bien. Que no seas tú querida hermana. El que protesta por todo. ¿Sabes qué? La queja se hace un hábito y a medida que pasan los años esta empeora. En vez de la alabanza, comienza la “quejabanza”. Lo grave es que hasta la oración al Dios altísimo es pura queja sin orar en fe y en victoria, es decir creer por fe y no por vista.
Lo terrible es que si esa persona está en un grupo de oración los que la escuchan se vienen abajo porque no ven la fe para pasar por ese momento difícil que puedan estar pasando. La persona quejosa se hace antipática a la mayoría de los que la escuchan. Si es una persona mayor y dice que los hijos la llaman poco, cuando lo hacen le reprochan cosas y así los alejan cada vez más. Conozco a personas que cuando uno le pregunta ¿Cómo estás? Te contestan: “MAL”.
Lo importante para la familia cristiana es estar en armonía, pedirle al Señor en oración la templanza para no enojarnos unos con otros por insignificancias. Mantener el buen humor y dar ánimo a quien no lo tiene es fundamental. Además si nos han ofendido hablar sin enojo y hacer ver el por qué estamos doloridos, pero como dice la Palabra que elegí para hoy:
"AIRAOS, PERO NO PEQUÉIS, NO SE PONGA EL SOL SOBRE VUESTRO ENOJO, NI DEIS LUGAR AL DIABLO". (Efesios 4:26-27)
Past. Liliana Spetrilli
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