HNO. DANNY CISNERO RAMIREZ: MI TESTIMONIO ¡UN MILAGRO DE VIDA!

HNO. DANNY CISNERO RAMIREZ: MI TESTIMONIO ¡UN MILAGRO DE VIDA!



Yo nací en un hogar no cristiano, mi papa no era cristiano y mi mama era criada en la iglesia católica, al año o a los dos años de yo nacer mi papa se convirtió a Dios, y desde ahí mi papa se empezó a congregar en la iglesia y me llevaba a mí, después nacieron mis dos hermanos. A los 12 o 13 años me bauticé (nosotros nos congregábamos en la iglesia de Dios de la profecía) yo me recuerdo que yo cantaba coros en la iglesia e iba a los retiros que hacían; al pasar el tiempo como a mis quince o dieciséis años empecé a desencantarme en la iglesia; yo recuerdo que yo solo esperaba al predicador porque yo sabía que cuando se predicaba ya el culto estaba pasando, así seguí hasta que deje de congregarme, y mi papa nunca quiso llevarme en contra de mi gusto, y también mis hermanos dejaron de ir a la iglesia.

Yo aunque no iba a la iglesia solo vivía de mi casa a la escuela, yo era un muchacho tranquilo, después empecé a trabajar en una empresa y deje los estudios estando ya en tercero de bachiller; al año siguiente yo regrese a los estudios y ahí encontré unos viejos amigos (que una vez conocí en una escuela de karate) y ellos tenían un grupo de baile,  y ahí empecé a beber alcohol todos los fines de semanas y a visitar discotecas, yo había aprendido a fumar cigarros de tabaco a escondidas; empecé a ponerme muy rebelde en mi casa, usaba aretes y a vestía como los raperos, y me dejaba crecer el cabellos y me hacia trenzas; yo llegaba muy tarde a mi casa y a veces amanecía en casa de mis amigos.

Fue una época donde yo hice sufrir a mi familia. Empecé a trabajar en una fábrica donde se hacían cajas de cigarros, y ahí conocí a otros amigos y después yo empecé a visitar a esos otros amigos, yo me iba los viernes en la tarde y volvía a mi casa el domingo (esos amigos vivían en tamboril) con esos nuevos amigos yo bebía alcohol más seguido; como en mi casa solo mi papa era cristiano, un día discutimos porque yo ponía la música de reguetón muy alta y mi papa me bajaba la música y yo me enojaba y por eso discutí con mi papa y me fui de la casa a vivir en la casa de un primo mío, y cuando eso empezó a llover muy fuerte y donde yo vivía con mi primo se hacía mucho lodo y era muy difícil salir y entrar a la casa y por eso tuve que volver a mi casa, pero yo no le hablaba a mi papa, y el un día me hablo para que no estuviéramos así como si fuéramos enemigos, pero yo no me llevaba muy bien con él; el tiempo paso y luego volví a discutir con mi papa por el problema de la música y por mi comportamiento y me fui de la casa de nuevo, ese día estaba lloviendo y así Salí y me fui a la casa de uno de mis amigos, ahí viví por una semana y después yo me mude a un apartamento; yo recuerdo que cada vez que yo venía de mi trabajo a mi casa siempre yo me encontraba con un hermano de la iglesia (ese hermano hoy es mi pastor) y siempre me invitaba a la iglesia y yo le decía que si iba a ir, pero cada vez que yo llegaba a mi casa, me bañaba y me cambiaba contento de ir a la iglesia, pero el enemigo me recordaba que mis amigos me estaban esperando y que ellos iban a decir de mi, y así me olvidaba de la iglesia y me iba con mis amigos, después unos de mis amigos que vivía cerca de mi casa se había ido a los Estados Unidos y volvió, y como él estaba pasando los días en un campo llamado salaya y me invito para ir con él para allá; yo fui con él, y allá estuvimos recordando los viejos tiempos y la pasamos muy bien; al día siguiente nos levantamos bien temprano porque yo tenía que ir a trabajar y no podía faltar, y al salir, como había y cerco de alambre, yo trate de abrirlo y no pude yo solo, y el primo de amigo me ayudo y así lo pudimos abrir, y mi amigo saco el vehículo y al cerrarlo yo lo cerré solo y muy fácil y eso me pareció extraño, y cuando mi amigo saco el  vehículo y me dijo que si yo quería que me pasara el día con el allá, pero yo le dije que yo no podía faltar al trabajo, y cuando fui a montarme al vehículo, de momento reaccione y dije: “para mí que Dios me está llamando y yo no lo quiero oír”, y ahí me vino la música que me gustaba tanto, y nos montamos en el vehículo y salimos directo a mi trabajo, y cuando íbamos por el camino  mi amigo viro el vehículo hacia la derecha, yo recuerdo que yo me fui hacia la izquierda para el lado del conductor (mi amigo era el que iba conduciendo) ahí no supe nada mi hasta que todo paso, cuando abrí los ojos el vehículo estaba con las gomas hacia arriba, y yo me había salido del asiento y estaba extendido y vi que mi amigo rompió el cristal y salió del vehículo y su primo que venía en el asiento de atrás hizo lo mismo y también salió del vehículo, y yo también intente hacer lo mismo y siento que mi cuerpo de balancea de la derecha a la izquierda y yo miro para ver si yo estaba atascado con algo, y vi que no, e intente de nuevo para salir, y sentí lo mismo, y no pude salir, y llamo al amigo mío, pero él estaba esperando ver si alguien nos podía ayudar, hasta que alguien se paro y me ayudaron a salir del vehículo, pero esa persona se fue, y esperamos a alguien para que nos llevaran a un hospital, luego se paro alguien en un carro y cuando me fueron a levantar para entrarme al carro vi que mi amigo me agarro por los brazos y la persona que nos estaba ayudando me tomo por los pies y me levantaron y al yo no sentir mis piernas y me desespere y pensé que me iba a volver loco, y cuando me montaron en el carro, yo le dije a mi amigo que no se apartara de mi, y ahí empecé a orar y a pedirle perdón a Dios por todo lo que yo hice que no era de su agrado.




Y llegamos a una clínica, y allá querían llamar a mi familia para avisarle de lo que nos paso y yo no quería, y el doctor me dijo que tenían que avisarle a mi familia porque alguien tenía que responder por mí, y yo le dije que sí, que estaba bien y llamaron a mi familia y le dijeron todo lo que nos paso; cuando mi familia y amigos llegaron todos se sintieron muy tristes por lo que nos paso y mas al ver como yo quede que no sentía ni podía mover mi cuerpo del pecho hacia abajo, solo podía mover mis brazos pero los dedos de mis manos yo no los podía mover, el amigo mío se disloco el hombro derecho y a su primo no le paso nada, solo le dolía el cuerpo por todo lo que había pasado; ahí los doctores me hicieron un estudio carísimo, y nos dijeron que yo tenía una bola de sangre en columna y que había que operarme y la operación valía 100,000 pesos en dólares son 2,222 más o menos y mis padres no sabían qué hacer, porque mi papa tenía otra casa en otro barrio pero no la iba a poder vender de un día para otro, y al otro día nos dijeron que la operación costaría 150,000 pesos porque en la clínica donde yo estaba no tenían los instrumentos necesarios y había que llevarme a otra clínica y teníamos que cubrir los gastos de las 2 clínicas, y era de urgencia que me querían operar, y mis padres ahí fue que se desesperaron aun mas, y decidieron llevarme a un hospital y me trasladaron al segundo día; cuando mis padres no sabían qué hacer para pagar los gastos de la clínica y el estudio que me hicieron, Dios toco a una tía de mi amigo y ella pago el estudio y los gastos de la clínica, GLORIA A DIOS!!! Y también estaba dispuesta a pagar la operación, pero Dios no quiso que me operaran, y cuando llegamos al hospital, los doctores me chequearon y decidieron ponerme un tratamiento y si mis nervios no me respondían me operaban, ahí donde estábamos en la sala de emergencia duramos 3 días y mi mama estuvo conmigo esos tres días sin tener una cama donde dormir y luego nos trasladaron a otra sala, pero gracias al Señor a los quince día me empezaron la responder los nervios, en mi estomago yo sentí como un apretón de repente y yo me asuste y se lo dije a mi mama y ella le pregunto al doctor, y el doctor le dijo que eso eran los nervios que ya estaban empezando a responder al tratamiento, y ahí nos sentimos mejor, después la pierna izquierda empezó a moverse sola; al pasar los días mi mama sentía que a mí me salía un mal olor de mi espalda en la parte baja, y llamaba al doctor y el doctor me chequeaba pero no me encontraba nada y como a los cuarenta días se dieron de alta, ¡para mí fue una alegría ir para mi casa! Pero yo tenía que ir al hospital cada 15 días para cambiarme la sonda que yo usaba  para orinar, y cuando estábamos en la casa, mi mama seguía notando que me salía un mal olor, pero no sabíamos lo que era, y me llevan al hospital a una sala llamada cura, y cuando me chequearon empezaron a quitarme una postilla que yo tenía y dijeron que yo ahí tenia carne muerta, y empezaron a cortar esa carne y me hicieron lo que en términos médicos le llaman una ulcera sacra, y ahí me mandaron a mi casa, después de estar unos días en mi casa, yo empecé a toser y me sentía como una flema en mi pecho pero yo no tenía fuerzas para toser, y me llevaron como pudieron al hospital, porque yo no podía sentarme, en ese tiempo me sacaban acostado en una tabla, y cuando llegamos al hospital, me hicieron análisis y no se me quitaba esa flema del pecho, hasta que de pronto, en mi parte de orinar se me abrieron dos pequeños ollitos y por ahí bote muchísima infección que me provocaron la sonda y la flema de mi pecho desapareció sola, y en la noche cuando salieron los resultados de mis análisis me mandaron a mi casa porque yo no tenía nada. ¡¡A DIOS SEA LA GLORIA!!





Al poco tiempo después me llevaron al hospital a chequearme y a limpiarme la ulcera que yo tenía y me dejaron interno por tres días solo para estarme chequeando seguido la ulcera que yo tenía, hubo un medico que dijo que esa ulcera nunca se me sanaría porque cuando yo evacuara se me iba a infectar, pero para el día de hoy esa ulcera está sana para la GLORIA DE DIOS, también se me hincho la pierna izquierda y los doctores decían que era falta de hierro, y me pasaron sangre y hierro y sueros vitaminados pero la pierna seguía igual y un día llego una mujer y fue donde mi sin conocerme y dijo que el SEÑOR la envió donde mi, y oro por mi y al día siguiente la hinchazón había desaparecido ¡¡ALELUYA!! Y después me dieron de alta, y a los pocos días empecé a sentir un dolor en mi hombro izquierdo en la parte de atrás, y era un dolor intenso y yo no aguantaba y me querían llevar al hospital, pero yo no quería, y después me empezó a doler mi hombro derecho también, ahí yo lloraba con mucha desesperación, y hasta que yo consentí en que me llevaran al hospital, y allá me atendieron y me pusieron una inyección de unas grandes que hay, y para podérmela poner tuvieron que añadir unas agujas más pequeñas, y ni así se me quitaba el dolor, y al poco rato me pusieron otra inyección mas, y el dolor seguía igual, el doctor sorprendido me dijo que si a un caballo le ponen una inyección de esas cae dormido en pocos minutos y a mí me pusieron dos y yo seguía igual, y en lo que estábamos ahí me dio sed y pedí agua para beber, y cuando la bebí me sentí el estomago extraño y se lo dije al doctor, y él me dijo que yo no tenía nada que el ya me conocía, porque cuando yo tenía algo se me notaba en la cara, y luego se me quito el dolor ahí de pronto y me mandaron para la casa, pero cuando estábamos en la casa, yo empecé a comer con mucha ansiedad y el hambre no se me quitaba, y mientras más comía más me crecía el estomago; yo no orinaba ni evacuaba, al tercer día me volvieron a llevar al hospital, y cuando el doctor me vio mando a llamar a todos los demás doctores de emergencia, y me entraron en una sala y una doctora me dijo que cerrara los ojos y pusiera la cabeza hacia arriba y que respirara profundo, y cuando respire me metieron una manguerita por la nariz (un levin) que llegaba hasta el estomago para sacarme todo lo que yo tenía en mi estomago, y me pusieron un catete en mi hombro derecho con un suero vitaminado para que mis riñones no se deshidrataran, y me hicieron todos los estudios necesarios, y Salí con un riñón destruido y el otros se estaba destruyendo, y con liquido en mi pulmón derecho, después cuando me querían sacar sangre para hacerme análisis, lo que me sacaban era como una espuma, porque ni sangre casi tenia, para sacarme sangre tenían que sacármela por una vena que baja directamente del corazón que baja por medio de las piernas, eso solo los doctores lo pueden hacer porque es algo muy delicado; tenían que pasarme sangre, pero le dijeron a mis padres que no la podían comprar, porque alguien tenía que donármela para pasármela así de una vez, y mi papa no encontraba un donador; los doctores un día se reunieron y decían que me tenían que pasar diálisis pero que yo no la iba a aguantar, y dijeron que me pasarían una pre-diálisis; y me dijeron que si no se me salía el liquido de mi pulmón derecho ellos me iban a operar para ponerme un tubo, en ese momento no me aseguraban la vida, ahí con el levin, al yo no poder comer ni beber nada, me puse bien delgado, nadie pensaba que yo me salvaría; las sonda ya no me querían entrar, y me pusieron un levin de niños, una manguerita bien finita, yo recuerdo que en ese hospital había una enfermera cristiana y yo siempre le pedía la oración, y ella con mucho gusto oraba por mí, y me recetaron unos medicamentos bien caros, eran unas inyecciones que tenían que ponerme tres veces al día eran como 24 en total y cada una valían 2,000 pesos como 50 dólares aproximadamente, y nosotros no teníamos con que pagarlas, y Dios toco unos familiares míos que yo no conocía, ellos vinieron de Estados Unidos y le dieron a mi mama el dinero exacto para comprar todas esas inyecciones, y luego algo empezó a suceder; yo  empecé a mejorar bien rápido; me querían cambiar el catete para ponerme uno más grande, me quitaron el  catete que yo tenía y no me pusieron  el otro, no hubo que pasarme sangre ni pasarme la pre- diálisis; no me pusieron el tubo para sacarme el liquido de mi pulmón y empecé a hacer mis necesidades, y los doctores no entendían lo que estaba pasando, y lo que ellos no sabían era que Dios estaba obrando en mi vida ¡¡GLORIA A DIOS!! Y un día se me salió el levin de niño que me pusieron para poder orinar se me salió y los orines se me salían y mojaba la cama y mi mama le aviso al doctor ya que las enfermeras no podían ayudarme, solo los doctores, mi mama y yo casi no dormíamos y esa noche dormimos la noche enteras, ni las enfermeras me fueron a poner los medicamentos, (y si fueron no nos despertaron) y a las 6:00am del día siguiente llego el doctor a chequearme y a limpiarme la ulcera sacra que yo tenía, y nos dijo que quien me arreglo el levin, pero nosotros le dijimos que nadie, ni las enfermeras fueron a ponerme los medicamentos, y el doctor nos dijo que alguien lo arreglo porque eso estaba bien puesto, eso lo hizo nuestro Dios que nunca nos desamparo!!ALABADO SEA DIOS!! Y también el levin que yo tenía puesto para sacarme los alimentos de mi estómago, porque los riñones EL SEÑOR me los puso nuevos!!ALELUYA!! a los 15 días me dieron de alta.






Cuando ya estábamos en casa, nos sentíamos bien, en ese tiempo yo usaba un cuello ortopédico porque yo no  podía estar sentado, y no tenía fuerza en mi cuello ni en el cuerpo, y nos dijeron los doctores que no me podían quitar el cuello ortopédico, que tenían que llevarme a darme terapia, y allá me dirían cuando yo podía quitarme el cuellos ortopédico, en mi casa a veces me sentaban para que yo fuera cogiendo fuerzas pero a los pocos minutos tenían que acostarme de nuevo porque yo no aguantaba mucho, después con el tiempo el cuello ortopédico me causaba mucha picazón, y me lo quitaban por ratos mientras yo estaba acostado, hasta que después yo no me lo quería poner más, y  EL SEÑOR fue obrando en mi vida, y fui durando más tiempo sentado y mi cuello empezó a fortalecerse, hasta que ya podía sentarme en una silla normalmente, pero cuando me pasaban de la cama a la silla yo me mareaba y convulsionaba, y cuando volvía en sí, yo no sabía dónde estaba; y a mi casa venían personas de todas las religiones a predicarnos; los testigo de Jehová, los mormones, los católicos, los adventista, y los cristianos evangélicos, y nosotros los recibíamos a todos, hasta un sacerdote católico vino a mi casa y yo me confesé con él, y después me traían el pancito que ellos dan, y cuando ellos se iban yo me ponía a escuchar esas música del mundo, y un día me enseñaron un cd de reguetón cristiano y yo dije, si la iglesia cristiana hacen música buena que yo hago escuchando la música del mundo, y así deje de escuchar la música del mundo, y los adventista me prestaron un libro de Elena una mujer que ellos consideran como una profeta, y ahí yo lo leía a veces, hasta que un día yo encontré una palabra que fue la que cambio mi vida, esa palabra está en la biblia que dice: “que Satanás se viste como ángel de luz", y ahí yo vi toda vi mi vida que me pasaban como una película y EL SEÑOR abrió mi entendimiento y me dio a entender que todo lo que yo hacía en el mundo el enemigo me lo hacía ver como bueno pero no era así, porque eso era para que yo me perdiera y ahí decidí servirle a Dios definitivamente, y un día sentí en lo profundo de mi corazón que yo tenía que elegir una iglesia para servirle a Dios, y esa iglesia era la evangélica, después yo hable con todas las personas que venían a mi casa, que yo iba a servirle a Dios en la iglesia evangélica, algunos se enojaron y dejaron de venir a predicarnos, los adventista fueron los que persistieron mas, pero Dios me daba entendimiento de su palabra y me mantuvo firme en la fe, y todos en mi casa empezaron a servirle a Dios hasta mi mama que era católica se convirtió a CRISTO, y mi hermana se empezó a congregar en la iglesia asamblea de Dios que estaba cerquita de mi casa, después yo le dije que invitara a su pastor a mi casa, y el y su esposa vinieron y yo hable con ellos, y ellos venían a buscarme para llevarme a su congregación y ahí yo me congregaba y mientras yo más me entregaba al señor, me fui recuperando mucho mas, y se me quitaron las convulsiones, me dan mareos todavía pero no tan fuertes, y cuando voy al doctor es para un chequeo de rutina; y hubo un momento en el que yo vi que en la iglesia del SEÑOR JESUCRISTO, unos decían que la mujer no puede usar pantalones maquillaje etc, y otros decían que eso no era nada, que si se podía usar todo eso, y yo no sabía a quién creerle, y me puse a orar por eso y le pedí a Dios que me mostrara quien decía la verdad porque unos decían esto y aquello se puede usar que eso no es nada y otros decían que eso no se puede usar porque eso no es de agrado a Dios, y EL SEÑOR enviaba a un varón a mi casa y empezábamos a compartir la  palabra de Dios, y el siempre me hablaba de que los hombres y las mujeres de Dios tenían que vestir honradamente y me decía algunos versículos, y me hablaba de la música que el rap, reguetón, bachata etc., que usan en la iglesia, que eso no es de agrado a Dios, y yo le decía que era para Dios, y él me decía, es la palabra de Dios que dice la música que a Dios le agrada, y que esas música de reguetón no es de Dios, y cuando él se iba, todo lo que él me decía se me quedaba en la mente, hasta que un día yo le dije a Dios, SEÑOR si eso es lo que viene de ti, permíteme escuchar el testimonio de alguien que tu hayas llevado al cielo y al infierno y que tu le hayas mostrado eso, y una hermana de la iglesia donde yo me congregaba le prestó un testimonio a una tía mía, y  mi tía me lo trajo y yo lo escuche y hablaba de la forma de vestir que Dios quiere en su iglesia y la música que a Dios le agrada y la que no, y ahí creí y deje de escuchar reguetón, y solo escucho alabanzas y adoración; así fue el trato de Dios conmigo y me ha dado salud, y ha suplido todo lo que hemos necesitado, aunque mi papa muchas veces dura muchos días y a veces ha durado meses sin trabajar y en mi casa nunca nos ha faltado nada, ahora estoy esperando a que Dios me levante de la sillas de ruedas porque así el me lo prometió. 






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