Todos nos enfrentamos diariamente a diferentes luchas en las cuales están en juego nuestra fidelidad a Dios. Y es que el pecado está a la orden del día y en ocasiones se perfila de tal manera que es mucho más fácil caer en el que en decir no.
No vamos a negar que nuestra naturaleza se inclina fácilmente hacia el pecado, que nuestros sentimientos alborotados nos hacen sentir el deseo de practicar el pecado, que nuestros pensamientos muchas veces se llenan de esas múltiples formas e ideas para pecar y todo ello es parte de nuestra naturaleza pecaminosa. Y es que recuerda que cuando decidimos entregar nuestra vida a Dios nuestra vida espiritual es renovada, pero los deseos de la carne siguen siendo los mismos con la diferencia que ahora ya no vivimos para satisfacerlos sino para negarnos a ellos.
Ahora bien, ¿Qué estás pensando hacer frente a la fuerte lucha que estás librando cada día contra el pecado?, lo más fácil es caer en el y sentirte mal, avergonzado y hasta indigno de Dios. Por otra parte puedes comenzar a contrarrestarlo y a negarte rotundamente a cometer esos pecados y con ello sentirte orgulloso de tu fidelidad y honrar a Dios con tu negativa hacia el pecado.
La Biblia dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Timoteo 1:7 (RVR1960). El mismo versículo pero en otra traducción dice lo siguiente: “Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.” 2 Timoteo 1:7 (TLA). Cada uno de nosotros somos capaces de soportar cualquier tentación que se presente, Dios nos doto de poder, amor y sobre todo dominio propio para vivir una vida agradable a Él si así lo queremos.
La Biblia también nos aclara: 1 Corintios 10:13 (RVR1960):"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar". Este versículo realmente nos abre completamente el entendimiento sobre que ninguno de nosotros está pasando por cosas que otros no hayan atravesado, estén atravesando o atravesaran, y al mismo tiempos nos aclara que la tentación nunca será mayor de lo que podamos soportar y termina diciendo que aun cuando seamos tentados, Dios siempre nos mostrará una salida para poder salir victoriosos y no caer en el pecado.
Quizá los últimos días has estado siendo tentado de una manera muy fuerte, quizá la idea de pecar a rondado tu mente las últimas semanas, pero al mismo tiempo el Espíritu Santo te redarguye y te hace sentir que lo que estás pensando hacer no es correcto y eso te ha motivado a no llevarlo a cabo.
Quizá en algún momento has pensado que no vas a poder resistir porque la tentación es más fuerte que ti, pero la realidad es que esa tentación que hoy estás atravesando NO ES MÁS FUERTE QUE TI, esa tentación con la ayuda de Dios la puedes resistir si así lo quieres.
Hoy te invito a dejar que Dios te tome de la mano para poder resistir la tentación. Cuando tú te rindes a Dios reconociendo tu debilidad y pidiéndole que te ayude, Dios siempre extiende su mano, te levanta y te cobija, y es que con Dios eres más fuerte. Por eso es hora de rendirnos a Él para que ya no seas tú decidiendo, sino más bien Dios decidiendo en ti, dándote la capacidad para decir NO de una vez por todas a eso que tanto conflicto te está causando.
Cuando te rindes a Dios eres más fuerte, cuando reconoces tu debilidad entonces estás en camino hacia la perfección, porque la perfección solo se consigue a través del reconocimiento y humildad que se tiene para mejorar.
¡Deja que Dios te ayude a soportar y vencer esa tentación!
Santiago 1:12(RVR1960):
"Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman".
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