Por alguna razón nosotros tendemos a categorizar los pecados, creemos que un asesino, un violador o un ladrón cometen grandes pecados, y por otro lado creemos que una mentira, el rencor, la envidia o codicia por ejemplo, no son grandes pecados.
Y es que a veces nos preocupamos de evitar esos “grandes” pecados para estar bien con nosotros mismos y en especial con nuestra conciencia, pero olvidamos los “pecaditos” que constantemente practicamos, sin tener el mínimo dolor de haberlos cometido.
Vemos el adulterio o la fornicación con algo grave, pero nos olvidamos que él no perdonar también lo es, pues Dios mismo nos dijo que de la forma que nosotros perdonemos, así seremos perdonados. Para Dios no hay pecado grande o pequeño, en su lenguaje pecado es pecado, independientemente de la forma de cómo nosotros lo veamos.
Hay tantas cosas en la vida cristiana que a veces no le tomamos la importancia que merecen, pero que al descuidarnos tarde o temprano eso que en un inicio parecía tan “pequeño”, se ha convertido en pieza fundamental para nuestra ruina espiritual.
La Biblia habla de las zorras pequeñas, que son comunes en palestina, dichas zorras son aficionadas a las uvas, a cavar hoyos en los jardines y arrancar de raíz las viñas. Las escrituras dicen lo siguiente:
Cantares 2:15(RVR1960):"Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne".
El escritor de cantares nos aconseja atrapar a esas pequeñas zorras que sin hacer gran escándalo pueden destruir nuestros viñedos, es decir nuestra vida y relación personal con Dios.
¿Cuántos de nosotros no le hemos prestado atención a pequeños fallos que hemos tenido y de pronto nos damos cuenta que esos “pequeños” fallos ahora se han convertido en un mal hábito del cual nos es difícil de controlar o dejar de practicar?
A veces vamos por la vida cuidándonos de no cometer “grandes pecados” sin darnos cuenta que estamos atados a muchos “pecados pequeños” como la mentira, como la envidia, como el rencor u otros que lo único que hacen es apartarnos poco a poco de esa relación especial y personal que Dios quiere que tengamos con Él.
Pienso que hoy es un buen día para analizar, pero sobre todo reflexionar sobre:
¿Cuáles son aquellas zorras pequeñas que están arruinando nuestros viñedos?
Es un buen momento para ser sinceros con nosotros mismos, dejar de ver la paja del ojo de nuestro hermano y comenzar a reflexionar en aquellas cosas que consideramos “pequeñas” en nuestra vida, pero que son zorras que amenazan con arruinar nuestro viñedo.
La única forma de detectar y atrapar a esas zorras es teniendo la suficiente humildad para reconocer los “pequeños” errores que a veces estamos cometiendo y tratar de no cometerlos, claro que todo esto con la ayuda de Dios, quien siempre está dispuesto a ayudarnos, a fortalecernos y a darnos la capacidad para mejorar muchos aspectos de nuestra vida para que cada día podamos tratar de ser más agradables a Él.
No sé cuáles sean tus “zorras pequeñas”, yo he detectado en mi vida varias de ellas, seguramente tú si reflexionas bien y eres sincero encontraras también algunas “zorras pequeñas” en tu vida, la pregunta es:
¿Qué piensas hacer al respecto?, puedes tener dos reacciones frente a esto:
1. Detectarlas e ignorarlas, con el riesgo de que muy pronto dichas “zorras pequeñas” destruyan de raíz tu viñedo.
2. Detectarlas y atraparlas, que como consecuencia las raíces de tus viñedos quedaran seguras y el fruto de tu viñedo crecerá y sé dará a su tiempo en perfectas condiciones.
Ya no sigas mas ignorando esas “zorras pequeñas”, detéctalas, atrápalas, pero sobre todo CUIDA TU VIÑEDO.
¿Qué harás frente a esas “pequeñas zorras”?
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